Posteado por: desparpajado | 05/04/2010

Violencia contra las mujeres- Realidad en cifras


En Venezuela no existen estadísticas consolidadas que permitan ilustrar con precisión el problema de la violencia hacia mujeres y niñas. Datos publicados por  la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (AVESA), el  Centro de Estudios de la Mujer de la UCV (CEM-UCV) y  FUNDAMUJER indican que durante 2005 se registraron 36.777 casos de violencia contra las mujeres en el país, 40% de los casos fue denunciado a Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), mientras el 60% se procesó en instancias públicas.

El boletín emitido por estas organizaciones también informa que el  40% de los hombres agresores tienen entre 25 y 40 años de edad, otro tanto entre 41 y 55 y un 20% más de 55 años. La tipología de la violencia ejercida hacia sus parejas se reparte, casi en partes iguales, entre verbal, psicológica y física.

Por otra parte, el Observatorio Venezolano de los Derechos Humanos de las Mujeres (OVDHM), señala- mediante un informe publicado en 2009-  que la Defensoría de las Mujeres, en el período comprendido entre  2000 y 2004, atendió a 12. 837 víctimas y el  Plan de Prevención y Atención de la Violencia hacia la Mujer, entre 2003 y 2004,  atendió a 2.514 féminas a través del servicio 0800MUJERES.

* Hago un alto entre tanta información ligera que posteo para publicar este fragmento de un texto que acabo de leer. Nada nuevo, porque es bien sabido por todos que la violencia contra el género femenino es un fenómeno social que habita en los hogares venezolanos desde hace mucho tiempo. Lo alarmante son las cifras y la ineficacia de los organismos competentes, y de un Gobierno que se dedica a cosas “más relevantes” (comprar armas, regalar petróleo, viajar al exterior, cerrar canales, entre otras actividades).

Todavía más alarmante es que montones de hombres venezolanos sigan creyendo que con golpes resuelven los problemas, dominan a las mujeres y potencian su virilidad. Mucho más triste es que, en pleno siglo XXI, aún prevalezca el pensamiento retrógrado de una sociedad machista y con doble moral que censura asuntos menos trágicos, en vez de actuar ante realidades como ésta.

En fin… Se me olvidaba que estoy en Venezuela.

Punto y aparte. Continúo con el show.



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